Hoy tenía pensado retomar de nuevo este blog, el cual dejé aparcado un tiempo fundamentalmente por no tener internet en casa.
Pero creo que no he escogido un buen dia para hacerlo.
He puesto las noticias hace un rato y me he quedado totalmente impactado e impresionado con las imágenes de nuestros "hermanos" haitianos. Miles de cadávares literalmente esparcidos por el suelo sin atención al no disponer de medio alguno para evacuar tal cantidad de cuerpos sin vida. Aterrador. La muerte ha invadido las calles de esta alegre y hospitalaria región azotada, como otras tantas, por la miseria y el hambre.
Es en estos casos donde los privilegiados como yo sienten un arranque de gran impotencia al no poder ofrecerles ayuda de ningún tipo, la ayuda que ellos necesitan ahora mismo.
Sólo espero que llegen pronto los recursos y que el mundo vuelva a mostrarse tan solidario como otras veces, aparcando por unos dias nuestros minuciosos problemas para, hombro con hombro, ofrecer toda la asistencia que estas personas requieren en estos momentos, que no es poca.
Mi ánimo y apoyo para todos ellos. Qué injusta es la vida.
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Lo terrible siembre azota a quien no tiene con que defenderse. Lo peor, sin duda, son los ataques violentos que están teniendo lugar por algunos que solo quieren sacar beneficio de la desgracia, en vez de ayudar a su gente. Me impactó escuchar en las noticias que por lo visto, los habitantes de Santo Domingo se están volcando en ayudar a los haitianos, cuando han sido pueblos enfrentados. Todo un ejemplo de solidaridad.
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