Hay ocasiones en la vida en las que uno entiende el hecho de porqué estamos vivos y cuál es nuestra misión en este mundo. Yo cada vez lo entiendo menos.
“Mi nombre es Harvey Milk” es un enorme ejercicio a prueba de conciencias, para aquellos que la tenemos y los menos que la conservamos, claro. Y con la mía, aun no soy capaz de entender esta película sin ponerme a llorar sin remisión. Debe ser que en esos momentos, la razón no entiende y el corazón si. Me cuesta explicarme por cual de las puñeteras casualidades que coexisten en un determinado lugar y tiempo, la historia es capaz de hacer desaparecer a quienes están dispuestos a escribirla de la mejor de las maneras. Si el destino es así, prefiero ser de otro mundo. Porque cuando ves algo así, no importan los géneros ni los números. El mensaje es lo importante, la misión. Lo mismo se puede defender una “causa gay” que querer cambiar el mundo, sin importar tu sexo o inclinación sexual, donde las opciones son menores. No nos debe importar apoyar a alguien por razón de su life way. ¿Y qué coño nos importa además?.
Harvey tuvo un problema. El más gordo que nunca tuvo nadie que llegara a algo en política. Y es, que siendo blanco, fuera de otro color que los demás. Los afroamericanos también son distintos, son negros, pero es otra cosa. Históricamente han estado más oprimidos. El mundo les debe más que a los homosexuales. Pero ya tenemos a un Obama, a otro Malcom X. Y a mi se me antoja otro Harvey.
Jamás olvidaré la expresión de Sean Pen antes de recibir los disparos que acabaron con su vida, con la vida de Harvey. Yo también sentí que se perdía mucho. Otro paso atrás.
I´m Harvey Milk, too…
qué bonito!!
ResponderEliminary mejor aún porque te acabo de descubrir el blog, jajaja.
;)
jajaja ya estabas tardando!! tu como siempre llegando tarde a to tetrapicel!! ;P
ResponderEliminarMe parece una buena reflexión. Yo concluyo con un CARPE DIEM, pero creo que la factoria Hollywood debería hacer tb más peliculas hablando de mujeres q consiguieron cosas q ningun hombre ha hecho (puesto q desde hace pocos años, cosa de menos de un siglo q tenemos plenos derechos en igualdad a los hombres)como, por ejemplo, Marie Curie (única persona a la que se le dieron dos premios Nobel), Hipatia de Alejandría (pagana, con actitud en literatura y ciencia) o Victoria Kent (diputada en la II república) por poner un ejemplo.
ResponderEliminarEs harto injusto que no sé nos de el sitio que tenemos en la sociedad. Esta sociedad se empeña en usar a la mujer en muchos casos, como un objeto, un florero (solo hay q ver la tele un poco para saber de lo que hablo..) Aún queda mucho por luchar y creo q la única manera de ir contra la intolerancia es EDUCAR a las futuras generaciones.
Lo siento, me ha salido la vena feminista jaja Besitos