Hace poco, tuve una conversación muy interesante donde pusimos a las claras la rapidez con la que vivimos hoy dia. Cuando éramos pequeñitos, no había tarea en el dia que no diera tiempo a hacer. Es más, todavía restaba tiempo para otras muchas cosas. De hecho en mi caso, recuerdo que hacia 4 deportes en la semana, iba a clases de guitarra, jugaba en mi casa... ¡¡ y me acostaba a las 22 !!. Ahora, pasamos la mayor parte del dia en el trabajo y cuando terminamos muchos seguimos con tareas relacionadas con el mismo, y muchos no conseguimos terminarlas. Es decir, el tiempo de ocio se reduce a unos minutitos delante de la televisión durante la cena y los fines de semana (los que se pueda, no?).
Supongo, que todo esto influye en la capacidad de retención de nuestra memoria y hace que cada vez nos resulte más díficil recordar lo que hicimos el dia anterior, asimilando la rutina a ese tiempo de asueto que muchas veces tanto necesitamos. Cuando eramos chicos esto no pasaba. Nuestra mente tenía sus tiempos. Su tiempo de concentración, de trabajo, aprendizaje. Y su tiempo de descanso, relax. Al 50 % casi. Ahora, no somos capaces de delimitar este tiempo ni de administrarlo porque ya tenemos otras prioridades y el tiempo apremia sobre todo. Una media hora de antes, es un café y poco más.
Espero que esto no nos lleve a nada peor, que ya malo es. Yo mientras, me quedare mirando mi reloj de pared.
Tic, Tac, Tic, Tac...
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